Si Me Fuera Hoy

 ¿Cómo puede un ser humano comunicar con efectividad lo que lo constituye su ser? ¿Será acaso que exista ese precipicio que haga cambiar un alma, que exponga lo real del espíritu humano? Con tanta negatividad y con tanto daño que nos hacemos a diario, a veces pienso que ese precipicio, esa línea frágil que divide la vida de la muerte, se encuentra mucho más al alcance de lo que pensamos. Quizás, lo único que necesitamos es simplicidad mental, de alma y espíritu para con nosotros mismos. A veces un poco de amor solo basta. Hoy pensé: si me fuera hoy, ¿qué es lo que me gustaría que supieran de mí? Si hoy fuese mi último día de vida...si mañana no despertara, ¿qué me hubiese gustado decir? Quise formar parte de este ejercicio. Con eso en mente, esto fue lo que pensé:

Me llamé: Ralph. Viví una vida infantil muy aventurera y divertida. Disfrute la compañía de otros, y  siempre vi a todos por igual. No discrimine contra nadie. Lamento el no poder haber separado mi personalidad de mi conducta en ocasiones, pues siempre fueron una contradicción en vida. Siempre fui una persona alegre, nunca disfruté el hacerle daño a nadie. Yo crié arañas en vez de matarlas...lloré ante animales muertos en la calle. Siempre me sentí diferente. La gente me hizo sentir de esa manera. De alguna forma, siempre terminé acorralado por mis preguntas y nunca tuve muchas contestaciones. Amé de verdad, aunque mi personalidad alejó—en su complejidad—a muchos. Traté de conducirme con gentileza, cuidado y compasión para con otros, pero no siempre tuve éxito. A veces, me segregaban, se alejaban de mí sin nunca saber la causa. Aún así, siempre reí. Usualmente, dejé que las cosas negativas que me sucedieron pasaran sin perjudicarme, sin embargo, algunas, me marcaron hasta hoy. Vi la luz, pero también experimente la oscuridad.

Cometí errores como todo ser humano. Algunos logré reparar, otros se van hoy conmigo. Honré a mi padre y a mi madre. Siempre amé, admiré y respeté a mi hermano y hermana...aún en la distancia, en el silencio. Siempre tuve temor a Dios, especialmente durante mis peores pesadillas como niño, y ante las guerras espirituales de la adultez. Quisiera poder haber eliminado muchas memorias, pero sé que Dios conoce mi corazón. Él valora la humillación de mi corazón ante semejantes fracasos. Él me dará la fidelidad que anhele de otros aquí en vida. Quisiera que supieran que veo el paraíso como un bello bosque lleno de animales con los cuales podré jugar y acariciar sin miedo. El oso, el lobo, el tigre... ¡el león! Espero poder ver las almas que ayudé a salvar y jugar con ellos en el cielo como lo hice en mi infancia; sin miedo, sin preocupaciones. Espero poder escuchar mi nombre ser leído del Libro de La Vida...quiero sentir lo que en vida nunca supe. ¡Espero tener allí, a mis hijos quienes amo, Brandon y Damien apoyándome en júbilo!

En vida, tuve la oportunidad de toparme con ángeles terrenales que me ayudaron, que me brindaron compañía y que repartieron su amor sin reservas, sin condiciones. Por ellos estoy muy agradecido...nunca los olvidé.¡Gracias! Quisiera pedir perdón a los que herí, a la vez que perdono a los que me lastimaron. La vida fue algo complejo, pero el amor de Dios lo hizo todo distinto y llevadero. Hoy me voy tranquilo, gozoso...me voy en paz. Dios sabe mejor que nadie, lo mucho que siento no poder haber corregido mis errores, pero por sobre todo, le agradezco su sinceridad, honestidad, misericordia y aceptación en medio de todo. Él siempre me vio por sobre todo pecado y falta. El me acepto siempre...sin condiciones. Dios realmente me vio. Espero que la paz y el amor de Él, resida en todos ustedes. Yo me llevo una gran parte de eso conmigo. De verdad que amé la vida, sentí la humanidad...me disfruté lo que fui junto a ustedes. Los veré otra vez desde "fra' mora"... ¡la vida eterna!

Al final de este ejercicio me di cuenta de algo muy importante. Ese precipicio del que se habla, ese que provee las oportunidades de cambio y de redención mental y espiritual nunca nos deja, siempre está ahí. La verdad es que al analizar todo lo que he hecho y he vivido, vale más la pena vivir a diario como si fuese mi último día. Esto es bueno para ver lo que echaría de menos, para ver lo que he dejado de hacer o de ser. Esto es una buena oportunidad de vernos muy claro...de pedir perdón, de nacer una vez más para morir. En esto pensaba. Esto me pasaba por la mente;…si me fuera hoy.


Comments

  1. Vivir la vida a diario como si fuese el primer día...Vaya afirmación de una vida con un alma amorosa como la tuya. Dios te ve, y le dará Redención a tu espíritu...

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